La base de cualquier tratamiento para el acné consiste en mantener la capa córnea lo más limpia posible, para que la bacteria del acné no prolifere, eso se consigue con los productos adecuados y diarios en el domicilio y con las limpiezas mensuales profundas en cabina.
Cuando el acné pasa a una segunda fase en la que ya no hay pústulas pero si comedones y marcas provocadas por el acné, pasamos a los tratamientos con ácidos específicos para regenerar y controlar la grasa.